lunes, 3 de marzo de 2008

Decálogo para el tiempo de elecciones 3

5. Llegado el día de las elecciones, contra la irresponsabilidad o el pasotismo de quienes se abstienen, y desde la defensa del compromiso social del cristiano, nos parece obligada nuestra participación, al menos como votantes. Antes de denostar la política y los políticos, debemos pensar que son indispensables para la democracia y que son un reflejo de la sociedad y de todos nosotros.

Elegir es una acción indelegable, y parece aconsejable para el mejor gobierno, que la fuerza política ganadora nos represente a “todos”, no sólo a sus votantes y afines. Por ello, contra la abstención, parece recomendable el ejercicio responsable del derecho y la obligación de participar, incluso con el voto en blanco.

6. En un tiempo de superficialidad, contra el voto fácil y visceral, ¿qué mejor respuesta que la reflexión y el análisis de los programas ofrecidos?

Es obligación del cristiano ahondar en los programas electorales y no quedarse en los titulares, porque la profundización es un vehículo de paz

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