viernes, 1 de febrero de 2008

Sobre la libertad de expresión

Quisiera expresar unos pensamientos que me han venido a raíz de las palabras emitidas ayer por el portavoz de la Conferencia Episcopal, Monseñor Martínez Camino. Nada más abrir su boca, ya estaban los periódicos criticando y descalificando a la Iglesia. Y que decir tiene del Gobierno y del PSOE. Ellos sin mediar palabra enseguida salieron como leones pidiendo respeto a los Obispos, pidiendo que la Iglesia se limite a su terreno, es decir a lo moral, pero que en la política no se metieran, y mucho menos que hicieran un alegato tan a favor del PP. Ante esta vorágine mediática algunos apuntes críticos.
Vivimos en una sociedad, en la que por desgracia no existe una pluralidad en la información. Sufrimos desde hace ya tiempo un monopolio en la información, y todos sabemos quien la controla (grupo PRISA). Existe un poquito de información distinta a la oficial que la encontramos en la COPE, que también sabemos que tiene sus luces y sus sombras, pero que al menos es garantía de que existe todavía algo de pluralidad en la información. La fuente principal de información para nosotros los cristianos es la televisión, la radio y la prensa escrita. Al existir este monopolio en la información, la información que se nos da está muy mediatizada, y a veces está en contra de todo lo que la Iglesia hace o dice. Digo esto, porque todo lo que se ha escrito sobre el comunicado de la Conferencia Episcopal sobre las elecciones tiene muy poca base real. Si leemos atentamente el comunicado (http://www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/elecciones2008.html) nos daremos cuenta que las críticas que leemos en los periódicos no tienen base. Y si escuchamos la rueda de prensa que a continuación dio Monseñor Martínez Camino (http://www.conferenciaepiscopal.es/RuedadePrensa/2008/CCVII_permanente/preguntas.mp3) corrobaremos que los medios de comunicación son muy maliciosos con nuestra Iglesia. No caigamos en las redes de estos medios que lo único que quieren es sembrar la discordia y la desunión dentro de la Iglesia. Que cada uno lea y escuche estos documentos y que saque sus propias conclusiones. Un saludo

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