Hemos celebrado la fiesta de la Sagrada Familia y todo ha salido a la perfección. Empezando por la Eucaristía en la que como familia nos reunimos en torno al Altar del Señor. A continuación los niños de comunión representaron la anunciación y el nacimiento. Se aprovechó también para presentar a todos los grupos de la parroquia. Y los coros del Rocío y el Parroquial nos amenizaron con unos villancicos. Después de esto, comenzó la comida en las afueras del templo. Nos acompañó un tiempo fenomenal, y todo el mundo pudo llevarse bocado a la boca. La convivencia ha sido estupenda. A pesar de esto, todo es mejorable. El encuentro de hoy ha sido un experimento y el resultado mejor del previsto, pero hay algunas cuestiones organizativas que sería bueno abordar, sobre todo pensando en un mejor servicio a las personas que se acerquen a la convivencia. Luego es importante no perder de vista el espíritu que ha animado la preparación de la convivencia: presentarnos como familia y ser verdaderos anfitriones para todos, pensando en el bien común y yendo todos a una, pues todos "estamos montados en el mismo barco". Decía Antonio Machado "caminante, no hay camino, se hace camino al andar". Hoy hemos dado un pasito importante para la historia de nuestra parroquia. Pasos como estos nos ayudarán a crecer en el conocimiento mutuo, en el amor, en el respeto y en el cariño entre todos. De esta manera convertiremos nuestra comunidad en una verdadera familia donde se viva el evangelio. Que Dios nos guarde en el año que comienza. Muchas gracias a todos los organizadores por su colaboración para que la convivencia fuese una realidad, y muchas gracias a todos aquellos que se han acercado para pasar un buen rato con nosotros. Saludos para todos.
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