Orad sin cesar por la conversión de los corazones
«Animad a los tímidos y sostened a los débiles» (1 Ts 5, 14)
Jon 3, 1-10: La conversión de Nínive
Sal 51, 8-15: Crea en mí un corazón puro
1 Ts 5 (12a) 13b-18: Animad a los tímidos
Mc 11, 15-17: Una casa de oración
Comentario
En el origen y en el corazón del ecumenismo, se encuentra una llamada urgente al arrepentimiento y a la conversión. Es necesario sabernos desafiar mutuamente en nuestras comunidades cristianas, como Pablo nos invita en
A imagen de la intervención vigorosa de Jesús en el templo, la llamada a la reconciliación de los cristianos puede seriamente trastornar nuestras certezas. Necesitamos purificarnos también. Debemos saber purificar nuestro corazón de todo lo que le impide ser una auténtica casa de oración, preocupada por la unidad de todas las naciones.
Oración
Señor, tú quieres la verdad en el fondo del ser; en el secreto de nuestro corazón; tú nos enseñas la sabiduría. Haz que nos animemos mutuamente en los caminos de la unidad. Muéstranos las conversiones necesarias para la reconciliación. Da a cada uno un corazón renovado, un corazón verdaderamente ecuménico; así te lo pedimos. Amén.
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